lunes, 5 de marzo de 2018

Crítica The Belko Experiment, de Greg McLean




Sinopsis:

Un grupo de 83 americanos expatriados que trabajan en un edificio de Bogotá (Colombia) se ven atrapados en su lugar de trabajo mientras una voz les hace plantearse dudas morales sobre qué hacer en situaciones límites. 


Opinión:

The Belko Experiment es de esas películas que tenía en el cajón de las pendientes. Este fin de semana, y ante la sugerencia de nuestro no muerto favorito Rubén "Reaper" GonzáleZ, decidí darle una oportunidad.

La premisa en sí me pareció muy interesante. Un grupo de trabajadores de una empresa a los que ponen en situación límite. No es el más original teniendo en cuenta que ya hay varias películas que abordan esa trama, pero debo decir que me mantuvo en tensión durante todo el metraje.

Y es que, ¿qué hay más perturbador que ir a tu puesto de trabajo y que una voz por megáfono te diga que debes matar a tus compañeros si quieres salir con vida? Cuando llegas a ese punto, empiezas a ver lo peor de los protagonistas, que sacan su instinto de supervivencia haciendo que sean capaces de todo con tal de salir con vida. 
Me gustó que al principio se lo tomaran como una especie de broma pesada ya que la mayoría de nosotros pensaríamos lo mismo, pero a medida que pasan los minutos descubren que las amenazas son ciertas y que deberán cumplir las órdenes de la voz si quieren sobrevivir.


Los personajes me han gustado, ya que los he encontrado creíbles, sobre todo Mike (John Gallagher Jr.) quien es el más compasivo de todos y el que intenta salvar a sus compañeros, tratando de aportar ideas y enfrentándose a los que se creen con derecho a decidir por encima del resto. 
También encontramos personajes grises, por llamarlos de alguna manera, que en un principio se oponen a llevar a cabo cualquier acción contra los demás pero al llegar a la parte final son capaces de todo (es el caso de Vince). Por otro lado, tenemos a los supervivientes, que ya sean motivados por su familia o su instinto violento (Wendell), sacarán su peor versión y matarán a quien haga falta para salir con vida del edificio. 
Debo decir que al principio, Barry Norris (Tony Goldwyn) engañan al espectador haciéndole creer que es un bue tipo... hasta que la cinta avanza y vemos su verdadera naturaleza, llegando a creerse juez y verdugo de sus trabajadores (la escena de las ejecuciones te pone la piel de gallina).
Cabe destacar a los que tratan de evitar la tragedia escandiéndose y/o ayudando al resto. Empleados que, llegado el momento, lamentas su destino en algunos casos.

La película se dividiría en dos partes: el inicio, donde te presentan la situación y empieza el juego mezquino por parte de la voz de megafonía; y el ultimátum, el momento en que comienza la masacre y deleitará a los amantes de la sangre.


Y es que algunas de las muertes son bastante explícitas. ¿Lo malo? que la mayoría quedan algo escondidas de cámara y solo vemos la sangre (Wendell y su cuchillo de carnicero se merecían mejores planos). Tan solo en dos de ellas podemos disfrutar de una buena dosis de gore
Es en esta parte la que veo que flojea más ya que, teniendo una premisa de "batalla campal en la oficina", creo que no deberían haber escatimado en imágenes cruentas.

A pesar de sus fallos, debo confesar que me ha gustado. Puede que no sea el título más original del género, ni mucho menos el mejor, pero la he encontrado de lo más disfrutable.

En general, The Belko Experiment me ha parecido interesante, entretenida y me ha mantenido en tensión durante toda la cinta.

Lo Mejor: Mike. El cuarteto de la muerte. La parte final.

Lo Peor: A pesar de que contiene buenas dosis de sangre, creo que podrían haber explotado un poco más ese punto.




2 comentarios:

No es que me atraiga demasiado, pero para un domingo con palomitas no la descarto.
Genial crítica :)

Battle Royale Meets The Office. De lo más recomendable para ver en compañía. Aunque bien podría haberse marcado un verdadero peliculón de haber apostado por unos protagonistas menos convencionales e insufribles (lo siento, pero Mike es todo menos creíble). Tenemos un poco de eso con el personaje de encarnado por Sean Gunn y su compañero. Pero es solo una probadita de lo que podría haber sido. De todos modos, no restarle tanto mérito pues como propuesta de evasión es de lo mejorcito que te puedes encontrar.

Muy maja esa recta final que recuerda algo a The Cabin In The Woods.

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