miércoles, 18 de octubre de 2017

Crítica: Pesadilla en Elm Street (El origen) de Samuel Bayer



Aun recuerdo aquella escena del autobús escolar donde el conductor perdía los papeles y llevaba a los chicos hasta la muerte, resultando ser una pesadilla causada por el terrorífico Freddy Krueger, que podía matarte en sueños. Eso es lo que más me acojonaba, porque normalmente cuando yo tenía miedo luchaba para quedarme dormida y así vencer a la oscuridad, pero con Freddy no tenía escapatoria, ya que podría acabar conmigo de todas formas. Bendito dependiente había en el videoclub de mi pueblo, friki y obsesionado con el cine de terror, que me guardaba todas las películas que le iban llegando. Así, Freddy fue otro de los amigos de mi infancia.

Fue en 2010 cuando estrenaron Pesadilla en Elm Street (El origen), convirtiendo un clásico del terror en un blockbuster que, aunque no es de mis preferidos, sí es bastante disfrutable. Todo comienza cuando un grupo de adolescentes empiezan a ser acosados por las pesadillas protagonizadas por Freddy. Cuando se dan cuenta de que puede matarlos, toman una decisión difícil de cumplir: permanecer despiertos hasta acabar con el asesino.


Robert Englund (el Freddy de las siete pelis originales y también de Freddy vs. Jason) es sustituido aquí por el actor Jackie Earle Haley, al que también le hacen un lavado de cara (bueno, o de lo que tenga). Los flashbacks nos van mostrando porqué Freddy ha elegido precisamente a estos chicos y porqué quiere acabar con cada uno de ellos. Respecto al final, es predecible, luego no y luego otra vez sí. Lo sé, quien me entienda que me compre. Pero vamos, los que hayáis visto este reboot sabréis de qué estoy hablando.

A la película no se le puede pedir mucho tampoco, es entretenida, tiene alguna que otra muerte molona y me parece una buena forma de acercar a las nuevas generaciones a este monstruo clásico que tanto nos aterrorizó en los 80 y 90 a los que ya vamos pintando canas. Perfecta para ver con los amigos y un buen cuenco de palomitas.

"Esto sí que es un sueño húmedo"

Lo mejor: Volver a ver a Freddy. Un jovencito Kellan Lutz. El instituto abandonado. La cueva. Los flashbacks.

Lo peor: Lo cansinos que son a veces los adolescentes.




1 comentarios:

Estoy de acuerdo que es más comercial, aunque disfrutable. Esta versión es más seria y profundiza en el lado más oscuro de Freddy, pero a pesar de eso, me quedo con el original ;)
Gran reseña, preciosa.

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