viernes, 22 de julio de 2016

Crítica Election: La Noche de las Bestias de James DeMonaco





Ya han pasado tres años desde que James DeMonaco nos presentase esa terrorífica América Renacida en The Purge (en España le añadimos el redundante subtitulo de La Noche de las Bestias). Un Home Invasion que destacaba gracias a ese transfondo que nos descubría como unos tales Nuevos Padres Fundadores, en medio de un período de caos. Decidieron que, una noche al año, los servicios policiales y de emergencias se cerrasen durante 12 horas. Haciendo posible que todo crimen sea legal. Durante esta noche, los ciudadanos americanos se dedicaban a liberar a su bestia interior para así calmar su sed de sangre durante todo el año. Haciendo que el crimen y la tasa de desempleo se reduzcan a tan solo un 1%. 

Bienvenidos a los nuevos Estados Unidos de América.




La película suponía una nueva apuesta low cost para Universal Pictures que, costando tan solo 3 millones de dólares, logró recaudar una taquilla mundial de casi 90 milloncejos. Asegurando así una secuela que continuara explorando este retorcido futuro (no tan lejano).

Anarchy: La Noche de las Bestias, ya no limitaba la acción a tan solo un vecindario ni a tan solo una familia como protagonistas. Esta vez se nos arrojaba en una ciudad con unos cuantos personajes tratando de sobrevivir a la Noche. Primando más la acción sobre el terror y suspense de la primera película. Pero abriendo nuevos frentes y posibilidades que estábamos deseando ver cómo se afrontaban en Election. Una película que nos llega con un año de retraso (para poder cumplir eso de que las películas de La Purga también fuesen anuales), pero con DeMonaco haciendo triplete tras las cámaras. ¿Y ha merecido la pena la espera? Pues sí y no.

Election se sitúa en plena campaña electoral en la que la Senadora Charlie Roan (Elizabeth Mitchell), quien fue la única superviviente de su familia durante una de las primeras Purgas, está dispuesta a terminar de una vez por todas con este sangriento festejo. Por supuesto, los Nuevos Padres Fundadores no están dispuestos a tolerar tales amenazas y disponen todo para utilizar la Noche de las Bestias para quitarse de en medio a esta amenaza a su status quo. Pero no cuentan con que su jefe de seguridad es Leo Barnes (Frank Grillo). Un superviviente de la Purga que casi se ve corrompido por ella y que también quiere terminar con esta pesadilla.




El transfondo no podía ser más provechoso. Cuadrando también con la actual campaña política Estadounidense en la que amenaza con llegar a la presidencia el mismísimo Donald Trump. Un tipo al que no nos extrañaría verlo en la película como uno de los Nuevos Padres Fundadores

Los primeros minutos de la película trabajan este tema que, como ha ocurrido con sus antecesoras y todas las interesantes propuestas que presentan, terminan difuminándose a medida que avanza el metraje. Haciendo que Election pierda esa fuerza de la que hacía gala en un principio.

Pero aunque aún quedaba una mínima esperanza en eso de que "a la tercera va la vencida". Ya nadie puede echar del todo en cara a James DeMonaco el que nos mienta sobre lo que vamos a ver en sus películas de La Purga. Los replanteamientos morales están de más. El explorar todas las posibilidades de una noche anárquica, se relega a favor del asesinato indiscriminado y gratuito. Aquí hemos venido a ver a perturbados originalmente caracterizados y a ricachones siendo los malos malosos super fanáticos... ¿no?




Si nos quedamos en eso, la película cumple. El salvaje entretenimiento palomitero está servido. Aunque, claramente, nos deja un cierto regustillo a fórmula explotada de la que salía airosa su antecesora. 

Por suerte, DeMonaco adereza el conjunto con más vistazos a su particular universo. Podremos poner por fin caras a esos intocables Nuevos Padres Fundadores. Tendremos nueva ración de estrafalarios psicópatas enmascarados. El camión de recogida de deshechos humanos (y el que se encarga de ayudar y trasladar a los heridos). Y la propuesta más interesante y explotable (que, claramente, la película tan solo presenta) de esta entrega: los turistas que también quieren disfrutar de esta festejo. Como si de borrachuzos participantes del San Fermín se tratase...




Frank Grillo (Capitán América: Soldado de Invierno, Infierno Blanco), vuelve a ponerse en la piel de Leo Barnes. Aquel hombre que vimos en la segunda parte y que era toda una suerte de Punisher en medio de ese caos. Pero que ahora libra su lucha contra la Purga, dirigiendo la seguridad de la senadora Roan hasta que acaban vagando por las calles y enfrentándose a los horrores de esa Noche. Y aunque se trata del mismo personaje, lo sentimos demasiado cambiado y ajeno. Más seco y callado. Aun siendo exigencias del guión, esto hace que se pierdan los lazos con el espectador que lograron crear en Anarchy. Pudiendo haber puesto a otro personaje sin que esto cambiase nada.

Edwin Hogs (Así en la Tierra como en el Infierno) también regresa. Siendo el verdadero nudo conector de esta trilogía (recordemos que hacía del extraño que desencadenaba toda la acción de la primera parte). Su personaje, Dante Bishop, es el nuevo líder de la Rebelión liderada por el desaparecido Carmelo. No llegando ni a las suelas de su predecesor, claro está.

El nuevo plantel de personajes tiene a la sosainas Elizabeth Mitchell como la idealista senadora Roan y a un trío bastante potable que acompañan a nuestros protagonistas y que conectan bastante bien con el espectador.




Aunque los primeros minutos tras el retumbar de las bocinas que dan inicio a la Purga anual, pasando por algún que otro jumpscare, y unas cuantas potentes estampas de locura homicida que pueden llegar a meternos el miedo en el cuerpo. El terror parece ya no querer tener cabida en esta saga. Dando paso a una descarnada acción como la que mostró el maestro Carpenter en 1997: Rescate en Nueva York. Y en momentos de hasta retorcida auto parodia como en las escenas de la joven de la chocolatina y su alocado grupo o con el grimoso monaguillo psychokiller.

Si en la primera parte nos proponía la aterradora propuesta de que incluso tu apacible vecino pueda querer trincharte como un pavo. Y en la segunda teníamos a adolescentes enmascarados trapicheando con seres humanos para ganarse unos dólares. En Election, ya incluso tenemos hasta un escuadrón de neo nazis (con su super cachas pelón como líder) de enemigos. Llegando a ser el culmen de esa auto parodia que acabo de mencionar.

La película goza de una calificación R que, como viene siendo habitual, medio justifica para poder llegar a ser lo más comercial posible. Haciendo oportunos movimientos de cámara e insinuando más que mostrando. Aunque sí que en esta película veremos más sangre que en sus antecesoras e incluso tiene una de las escenas más brutales de este año. Cortesía de Pequeña Muerte.

En el apartado técnico. Election sigue gozando de la estupenda fotografía de sus antecesores, que aumentan la malsana atmósfera junto a la potente BSO de Nathan Whitehead (sin contar con los ocurrentes temazos de T-Rex o el de los créditos finales con David Bowie). Por no volver a incidir más en el vestuario y parafernalia de los Purificadores, en el que siguen superándose para mostrarnos una vez más una imaginativa pasarela de looks ideales para una noche de diversión homicida.




DeMonaco en la dirección ya es todo un experto. Y nos lleva de la manita a paso seguro. Sin hacernos perder en ningún momento, pero también sin llegar a sorprendernos del todo, hasta llegar a un desenlace bastante esperado y que nos hace preguntarnos... ¿Y ahora qué?

Todo parece indicar a que esta es la carta de despedida de James de esta saga, Y en un mundo ideal, La Purga quedaría en una aceptable trilogía. Pero sabemos quién domina el mundo (y la cartelera). Y que no extrañe a nadie que en unas semanas se nos avise de que vayamos preparándonos para volver a liberar a la bestia, una vez más. Por mi parte, seguiré esperando a una entrega en la que se aproveche de verdad la estupenda propuesta. Pero si, al menos, las siguientes entregas entretienen tanto como esta y se dejan llevar por el este demencial universo. Puede que mantenga a este Purificador en la sala de cine durante un tiempo más.




Lo Mejor: Apuesta por el entretenimiento y cumple. Los nuevos vistazos a este universo.

Lo Peor: Ya ni se molestan en querer exprimir el verdadero potencial de La Purga. Repite bastante el esquema de Anarchy.




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