Crítica: Sinsajo Parte I por Rain Cross

{Contiene Spoilers de la película}

Los juegos han terminado. El Distrito 12 ya no existe. Katniss Everdeen se ha convertido, sin pretenderlo, en el símbolo de la revolución contra el Capitolio.

Está de moda dividir el libro final de las sagas en dos, como en este caso, para exprimir al máximo el producto. Debo reconocer que al principio no me convencía la idea, y más habiendo leído los libros, pero después de su visionado, debo reconocer que están realizando un excelente trabajo con la saga de Los Juegos del Hambre.

La película comienza con Katniss destrozada por los juegos. Peeta es un rehén del Capitolio, y todos los que sobrevivieron al ataque al Distrito 12 se refugian en el 13, lugar que se creía deshabitado.

Junto a Katniss veremos a Gale, el eterno pretendiente y guerrero, Effie (una de las varias diferencias con los libros), Haymitch, que es sometido a un programa de desintoxicación por su adicción al alcohol, Prim, convertida en enfermera y la Sra. Everdeen, y Plutchard, en una interpretación póstuma de Philip Seymour Hoffman, al cual le dedican la película.

Y aparece uno de los platos fuertes. Alma Coin, la presidenta del 13, interpretada por la siempre genial Julianne Moore, estará dispuesta a cualquier cosa para que Katniss lidere, o mejor dicho, sea el objeto propagandístico de la rebelión.

Katniss pide a Coin ver el Distrito 12 con sus propios ojos. Cuando sube a la superficie, un aerodeslizador la trasporta hasta lo que antes fue su hogar. Lo que ve resulta devastador. Las calles están destrozadas debido a los bombardeos que ha sufrido, y los cadáveres calcinados se encuentran a cada paso que da. La Villa de los Vencedores, donde residía con su familia, está casi intacta, y al entrar en su casa, descubre un mensaje del presidente Snow: una rosa blanca.

Las escenas del 12 reducido a cenizas son estremecedoras, y Jennifer Lawrence borda el papel de una heroína que no pretende serlo.

Aún alterada por el secuestro por Peeta, Katniss le exige ir a buscarle y rescatar también a los otros vencedores retenidos, Johanna Mason (tengo debilidad por este personaje) y Annie Cresta, la amada de Finnick (en el libro, Enobaria, la profesional de los colmillos de En Llamas también está presa por el Capitolio, aquí, directamente, la omiten).

Otras de las condiciones de Katniss para ser el Sinsajo es que su hermana Prim conserve a Buttercup, su gato, detalle que condiciona una de las escenas posteriores.

Una de las cosas que más me gustaron de la película son las secuencias de los diferentes Distritos revelándose contra los Agentes de la Paz. Cuando en el 7 llenan el terreno de bombas para acabar con ellos, y posteriormente, cuando los rebeldes destrozan una presa de agua, incluso poniendo en riesgo su vida para llevar a cabo su cometido, son, en mi opinión, excelentes, demostrando el poder del pueblo contra un gobierno opresor.

En uno de los momentos propagandísticos que Katniss debe filmar junto a su nuevo equipo capitaneados por Cressida (interpretada por Natalie Dormar) es el que tiene lugar en el Distrito 8, donde visitan un hospital lleno de heridos. Allí, Katniss ve el poder que su papel como Sinsajo infunde a todos los supervivientes y se compromete a luchar a su lado. Al salir, un aerodeslizador les sorprende y el Capitolio bombardea sin piedad el hospital acabando con todos los que se encuentran dentro. Aquí vemos el alcance de la maldad de un gobierno al que no le gusta que nada se les vaya de las manos.

La historia sigue como una guerra de propaganda entre Katniss y Snow, donde ella debe asimilar su papel de Sinsajo ante la rebelión, y él amenaza con acabar con todos los que simpaticen con ese símbolo.

Y Peeta entra en acción. El hijo del panadero es usado por Snow como un arma contra Katniss, mostrándole primero como alguien que no sabe qué está ocurriendo y que pide a la población que cese de luchar, para acabar demacrado hablando en una entrevista con Caesar donde al escuchar la voz de Katniss cantando El Árbol del Ahorcado durante una transmisión hakeada por Beetee, acaba avisándoles de un inminente ataque del Capitolio contra el 13 y siendo llevado a rastras ante las cámaras.

Cabe destacar la interpretación de Josh Hutcherson, que realmente parece nacido para interpretar al romántico vencedor.

El ataque tiene lugar y mientras todos los habitantes del 13 se resguardan en los sótanos, Prim casi queda atrapada para salvar a Buttercup, pero finalmente consiguen entrar antes de que las puertas se cierren.

Y debo hablar de El Árbol del Ahorcado. La canción que en los libros sólo podrías recitar, se convierte en una de las melodías mejor adaptadas para la gran pantalla. Y es que tanto la letra, como el enlazamiento de Katniss cantando con los rebeldes volando la presa, es simplemente, de lo mejor de la película.

Tranquilos, ya vamos acabando con Sinsajo Parte I, sé que me dejo muchas cosas en el tintero, pero ponerlas todas requeriría una crítica de más de cuatro páginas, y no quiero aburriros.

Pero antes, querría hablar de uno de los momentos finales. Ese instante en que han rescatado a los vencedores y Katniss se reencuentra con Peeta. Como él la mira, y Katniss llora… y él la estrangula. Uno de los momentos más esperados de la película y de los más intensos del libro. Quienes no lo han leído, les sorprenderá.

En resumen, Sinsajo Parte I, a pesar de que puede faltarle algo de acción, es una gran antesala a la guerra que nos espera y al estupendo final de la saga. Esperemos que el director, Francis Lawrence, siga con su increíble trabajo de adaptación y que Los Juegos del Hambre tenga el final que se merece.

Y recordad… El fuego se propaga, si nosotros ardemos, tú arderás con nosotros.

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